¡Hola!

Bienvenido a esta web donde comparto contigo viajes bonitos.

Islas Feroe

Islas Feroe

La imagen de portada de este post no podía ser otra que la de los frailecillos (puffins en inglés), esas curiosas aves que parecen pingüinos y que vuelan a las Islas Feroe en primavera y se quedan hasta final de verano. Llevaba mucho tiempo queriendo fotografiar a este curioso pajarillo pero llegó el Covid y tuvimos que cancelar el viaje que ya teníamos organizado a las Feroe para Semana Santa de 2020. Y como os contaré más adelante, unos días antes del viaje nos enteramos de que la isla de Mykines, famosa por la presencia de puffins, estaba cerrada a los turistas. Así que mi esperanza se volvía a desvanecer. Finalmente, descubrí que no es tan difícil encontrar puffins en Feroe si sabes a dónde ir. Objetivo conseguido ;-)

Poníamos un pie en las Feroe casi a las 2 de la madrugada del viernes 15 de julio en un vuelo que llevaba unas cuantas horas de retraso debido a las fuertes tormentas que habían azotado las islas unos días antes. No es que no estén acostumbrados a las lluvias en Feroe (llueve casi todo el tiempo), pero la pista del aeropuerto es tan pequeña que por un tema de seguridad se suspende el tráfico aéreo o sufre modificaciones.

Fuimos caminando hasta nuestro hotel, el Vágar Hotel, que es el único próximo al aeropuerto, bajo una niebla espesa y lluvia fina que ya anunciaba la meteorología típica de la isla. Aunque es cierto que también disfrutamos de ratos de cielo despejado y el escenario cambia completamente.

Dos circunstancias hicieron que modificáramos nuestros planes casi en el último momento así que el recorrido que veréis a continuación no era el inicialmente previsto y no es una ruta “perfecta”, pero allí en Feroe vas a disfrutar cualquier cosa que hagas así que también está bien dejarse llevar de vez en cuando. Esto fue lo que pasó:

 

1-        Para el primer día teníamos planeado la visita a Mykines pero como ya comentaba antes, debido a unos desprendimientos de rocas, la zona de la isla más cerca del faro y donde se encuentran los famosos puffins no estaba abierta al público. Ya teníamos hasta los billetes del ferry comprados, pero cancelamos porque para nosotros el atractivo de esa isla estaba precisamente en poder fotografiar a los frailecillos.

2-        Nos quedamos sin sitio en el ferry a Kalsoy. Los domingos hay menos ferrys a la isla. El primero era a las 10 y nos confiamos pensando que con llegar 45 minutos antes tendríamos espacio para meter el coche. Error. Solo caben 12 o 13 coches como mucho y éramos el coche número 15. Ese día improvisamos ruta.

Paisaje de las Islas Feroe

Día 1 – Vágar - Saksun – Fossa Waterfall – Gjógv – Gásadalur

Conducir en Feroe es un placer. Este recorrido lleva bastantes kilómetros pero la verdad es que la carretera es buena, muy tranquila y el paisaje es espectacular. Como curiosidad, hay unos túneles subacuáticos que conectan las islas y que están iluminados imitando el fondo marino.

Al dormir también en Vágar (pensando que habríamos ido a Mykines), este recorrido vuelve al punto de origen.

Saksun es un pueblo muy pequeño, seguramente dedicado al pastoreo, con una iglesia y cuatro casitas con techo de hierba en un valle rodeado de pequeñas cascadas. No pudimos pasear mucho por allí porque estaba todo demasiado mojado de la lluvia. Habíamos leído que tenía una cafetería pero al menos cuando fuimos nosotros estaba cerrada.

Fossa Waterfall. Ahí fue donde por primera vez sentí que Feroe no es como otros destinos llenos de turistas (he visto imágenes de Islandia donde hay 100 personas viendo una cascada) porque aquí estábamos solos. Fossa es una cascada en 4 tramos al lado de la carretera (aparcas el coche ahí pegadito) y pasa por debajo de la carretera y desemboca en el mar. El tiempo empezaba a mejorar y pudimos volar el dron.

El plan era llegar a comer a Gjógv pero el único restaurante del pueblo estaba completo así que fuimos a un café que tiene unas mesas fuera donde puedes llevar tu propia comida y comprar allí bebida o un café con un gofre (el gofre es el postre estrella de los feroeses). Gjógv destaca por sus acantilados desde donde obtienes una panorámica preciosa de todo el pueblo y desde donde (aquí sí) puedes hacer fotos a los frailecillos.

Y ya de vuelta a Vágar hicimos parada y paseo en Gásadalur. El tiempo era inmejorable y la cascada es preciosa. Además nos dimos un paseo por sus acantilados.

pueblo Feroe

Sandavágs, foto desde el coche

Gjov y puffins en cascada de Gásadalur

Día 2 – Vagar – The Ville - Kirkjubøur – Tórshavn

Después de pasar la mañana en la isla de Vágar para visitar los rincones que todavía no conocíamos, fuimos dirección Tórshavn, la capital de las Islas Feroe, y nuestro nueva base de operaciones. Pero antes de llegar a Tórshavn, nos acercamos a uno de los pueblos más pintorescos de la zona, con Kirkjubøur, apenas unas pocas casas y las ruinas de una catedral que data del año 1 300.

viajar Islas Feroe

The Ville

Kirkjubøur

Veréis que muchas casitas tienen césped en los tejados, lo ponen para protegerse del frío, y la curiosidad es que este césped hay que cortarlo así que o bien se suben ellos al tejado o bien suben a alguna cabra a comerlo y así lo mantienen a raya.

Kirkjubøur

Tórshavn, la capital de las Islas Feroe es una pequeña ciudad pesquera que bien merece una visita. Cenamos en el restaurante Raest, hermano del Koks (el dos estrellas michelín de la isla que temporalmente está cerrado). Cuando hicimos la reserva la única opción que quedaba era una mesa compartida y aunque dudamos un poco, finalmente nos animamos y la cena resultó de lo más entretenida compartiendo mesa con franceses, un inglés y nosotros españoles (casi como los chistes de antes). Raest está ubicado en la parte antigua del pueblo, en una casita de más de 100 años donde en las diferentes estancias hay mesas para comensales. Nosotros estábamos en el pequeño comedor que está justo al lado de la cocina. El menú degustación, a base de alimentos fermentados – básicamente cordero – te permite adentrarte en los sabores, olores y texturas de la cocina tradicional feroesa, pero adaptándolo a los gustos actuales porque según nos comentaron, su comida tradicional tiene sabores demasiados fuertes e intensos para los paladares extranjeros.

 

capital Islas Feroe

Tórshavn, el puerto

restaurantes Feroe

Tórshavn, paseando por el callejón de Raest y Roks

Día 3 – Perder el ferry a Kalsoy, improvisar.

Improvisar en Feroe es fácil, solo tienes que dejar que las carreteras te vayan llevando de pueblo a pueblo y será un día de lo más aprovechado.

Funningur

Esa noche cenamos en el Roks, también primo hermano del Koks y Raest, se trata también de un menú degustación, y puedes optar por una versión corta o una más larga, ambas orientadas al pescado y marisco. Está enfrente del Raest pero con vistas al puerto.

Día 4 – Sandoy – Skúvoy

Sandoy es una isla preciosa llena de pueblecitos con encanto. Se accede en ferry y puedes llevar el coche. Para nuestra ruta iniciamos por el pueblo que está más al norte, Dalur, y de ahí fuimos descendiendo pueblo a pueblo.

Skálávik tiene quizás menos encanto pero hay una cafetería restaurante donde preparan una sopa casera al estilo feroese para combatir el frío que nos sentó a las mil maravillas.

A las dos de la tarde reservamos un ferry para ir a Skúvoy. Otra sensación de que había poco turismo es que en ese ferry, al que tienes que avisar expresamente porque de lo contrario no hace servicio, solo íbamos una chica finlandesa, dos locales y nosotros.

Skúvoy es una isla conocida por la cantidad de aves que pasan allí el verano. Tiene solo 23 habitantes y un paisaje increíble. Tradicionalmente albergaba mayor población de aves y era una tradición la recolecta de huevos. Actualmente debido al drástico descenso de distintas especies, solo está permitido recoger huevos de fulmar. Todo el camino está indicado con unos postes con huevos para llegar a la zona de aves. Lamentablemente tras más de una hora caminando tuvimos que hacer el camino de vuelta porque perdíamos nuestro ferry. No tenemos claro si la vista de aves estaba al terminar el camino porque la verdad es que aunque veíamos algunas durante la caminata, éstas debían estar más cerca de los acantilados y el sendero no te permite acercarte a ellos. El paisaje es impresionante pero no estoy muy segura de si merece la pena solo para esto, habiendo sitios de más fácil acceso y seguro que igual de bonitos.

Cabaña en Sandoy

Consejos prácticos

1. Coche de alquiler. Nosotros lo reservamos en 62ºN Car Rental y se puede recoger en el aeropuerto y se devuelve también allí.  Abonas también una cantidad adelantada por los peajes de los túneles.

2. Temperatura. Fuimos en julio y aún así hacía bastante frío: guantes, gorro (sobre todo por el viento) y chaquetas. Máximas de 12 y mínimas de 9 pero con sensación térmica inferior.

3. Internet. Compramos una tarjeta de prepago en el aeropuerto para internet. No tengo muy claro todavía si era necesario o no porque la información que encontré en internet al respecto es confusa. ¿Están las islas Feroe dentro del roaming?

4. Baños públicos. Si necesitas hacer una parada técnica, encontrarás baños en casi todos los pueblos incluso en los que no hay ninguna cafetería.

5. Alojamiento. Dormimos en el Hotel Vágar, por estar al lado del aeropuerto, el desayuno no estaba a la altura de nuestras expectativas y no tienen cafetería así que la opción es supermercado, la gasolinera o alguna pizzería take away que hay cerca (siempre en coche). En Tórshavn nos quedamos en el hotel Føroyar y aunque está un poquito alejado del centro, llegas en coche en 5 minutos. Este ya era más hotel que el anterior y tiene una cafetería / restaurante para comer y cenar, además de que la calidad del desayuno era bastante aceptable.

6. Cafeterías o restaurantes:  Lleva siempre comida en el coche porque no hay muchos sitios con cafeterías o restaurantes. Mientras nos alojamos en el hotel Vágar compramos comida en el supermercado y también cenamos un día en una gasolinera donde tienen hot dogs de calidad mínima cuando hay hambre. Cuando ya estuvimos en Tórshavn elegimos Raest y Roks (como os cuento más arriba). También en la capital fuimos un día a comer a un sitio que se llama Suppugarðurin, donde nos tomamos un ramen delicioso y que nos ayudó a entrar en calor. En la isla de Sandoy fuimos a Cafein a Molini, donde comimos sopa y hamburguesa, todo al estilo feroese en un lugar bien agradable. Gjógv también tiene restaurante, se recomienda reservar con antelación (nosotros no lo hicimos y al llegar estaba completo), y también tiene la cafetería de la que os hablé antes con mesas tipo merendero.

7. Frailecillos. estando el acceso a Mykines cerrado, otras opciones para fotografiar a puffins son: Gjógv, la cascada de Gásaladur. En el ferry camino a Sandoy también vimos muchos en el mar, pero intenta antes las otras dos opciones.

Senja y pesca del Skrei

Senja y pesca del Skrei

Groenlandia

Groenlandia